domingo, 24 de junio de 2012

365 días después…

Y aquí andamos de nuevo otra vez… Después de todo un año sin actualizar este blog. No tengo excusa… Me ha podido la pereza. Pero bueno, sin queja ya vuelvo por aquí.
Seguro como nos pasa en la vida diaria, tenemos que hacer ciertas cosas, pero que por pereza o por otras circunstancias las ganas de llevar a cabo las primeras se esfuman al instante… A mi me pasa sobretodo con el segundo motivo. El de las otras circunstancias.

Como es normal por estos lares, me gusta hacer balance y creo que ha llegado el momento de hacerlo. Este ha sido un año diferente, raro, divertido, curioso, rabioso, etc. Muchos adjetivos que no podrían describir ni en una ínfima  parte todo lo que he vivido este año. Ilusión podría ser otra palabra importante en mi vida de universitario y especialmente de colegial este año. Ilusión por conseguir lo que quiero y me gustaría conseguir. Ilusión por ser feliz. Ilusión por ser como quiera ser. Ilusión por estar con alguien que quiera estar conmigo. En fin, tantas ilusiones… La mayoría no llegan y me sobrelleva otro sentimiento: la resignación.

Pero poco después saco fuerzas de flaqueza y me paro a pensar y recuerdo que todavía quedan otros sentimientos como la ansiada esperanza, que siempre dicen que llega cuando menos la esperamos. Y lo más importante, que nunca debemos perderla, aunque lo importante pienso que sea encontrarla antes de poder tener la desgracia de perderla.


Quiero recordar también a quienes han sido mis ‘hermanos’ durante estos más de 8 meses de ‘nueva’ vida en Tenerife. A mis amigos y colegiales del CMU Santa María. A ellos les debo muchos momentos de diversión, entretenimiento, nostalgia e incluso algún que otro momento de enfado, pero bueno, ¿cosas de hermanos, no? Lo dicho y me repito, muchos sentimientos. Buenos y malos…

Claro, que si no nombro a personas como Edwin (el primero, más que nada por ser mi ‘compañero’ de habitación, durante no mucho tiempo por causas ajenas a mi voluntad, jeje), Eric, Tamara, Atasara, Adolfo, Vicky, Ramón, Claudio, Borja, Eli,  Fayna, Bea, Aythami, Edu, Nuria, Jessy, Roberto, Jony, Esteban, Marc, Claudia, Aimara, Paula, Saray, Lidia, Nichel, Santi, etc, etc, etc… Un largo etcétera que sabrán comprender que aunque no los ponga aquí saben de sobra que también me acuerdo de ellos.

Ah, y por cierto, hablando de conejas, quiero enlazar a este artículo en el que se relata la historia y cómo nos arrebataron un sello de identidad del Colegio Mayor Universitario Santa María por parte de la “santa” Universidad de La Laguna.

Recordar muchos ladridos de perro, gritos de los dueños de los perros y gritos de los niños de los dueños de los perros que más de un día me han puesto más que histérico.

Las novatadas tampoco pueden ser obviadas, ya que me dieron más de un motivo para abandonar pañuelo en mano el colegio. Ahora miro atrás y digo ¡Menos mal! Menos mal que no me fui… No lo merecía. Ni ellos, ni yo. Ahora solo me queda esperar al nuevo curso y esperar una nueva hornada de ‘novatos’ con los que realizar nuestras actividades de ‘inserción’ y comienzo de curso.

Sentimientos en mi corazón, nuevas posibles ‘más que amistades’ y nuevas experiencias también han tenido cabida este año en mi vida. Espero que de entre todas esas nuevas personas esté la que me ocupe exclusivamente el año próximo aunque la experiencia y las vivencias ajenas me dicen que no tenga prisa.


También quiero recordar mis comienzos en la universidad y mi miedo y mis ganas de abandonar inexorablemente. A todos esos amig@s que me apoyaron y me animaron a que continuara y a aquell@s que me animaban a irme por otra rama que me agradara más, quiero darles las gracias. No estaría aquí si no fuera por ellos. Y a La Palma, gracias por mandarme tanta presión. Sé que queréis lo mejor para mí. Gracias de nuevo.

Poco a poco sé que podré superar este desafío que me mantendrá ocupado durante un par de años. Sé que perderé amigos y sé que ganaré otros pero de eso se trata durante todos estos años. Nunca me olvidaré de ellos porque para ellos, tengo una memoria ‘especial’ aunque muchos de ellos ya no se acuerden de mi o no quieran o no se acuerden saludarme cuando me vean o me cruce con ellos por la calle. No me preocupo. Sé dónde están aquellos que te saludan.

Ya no mucho más me queda que decir. No voy a prometer actualizar más asiduamente el blog porque sería tontería. Quizás lo actualice mañana o quizás dentro de otros 365 días.